MITO: La sal marina es más saludable que la sal de mesa normal

FALSO

La sal o cloruro de sodio es un elemento esencial en nuestra dieta, aunque el consumo excesivo puede tener consecuencias negativas significativas para la salud: aumento de la presión arterial, enfermedades cardiovasculares o renales.

Limitar la ingesta de sal a menudo no es fácil, especialmente para aquellos que aman la comida salada. Es por eso que recurrir a otros tipos de sal en el mercado (sal marina, sal del Himalaya, sal orgánica, sal de roca, etc.) puede engañarnos, dándonos la ilusión de que son más saludables que la sal de mesa normal. Su intensa promoción, así como su precio más alto, pueden hacernos caer en la trampa más fácilmente.

Más allá de las diferencias en los minerales que contienen, todos los tipos de sal tienen aproximadamente la misma cantidad de sodio en común. Si nos referimos a la sal marina frente a la sal normal, la primera no es en absoluto una opción más saludable, aunque se promocione como una alternativa más natural.

De hecho, la sal marina tiene un mejor sabor, una textura más crujiente y un aroma más intenso. Y los procesos de obtención son diferentes: la sal de mesa se extrae de los depósitos de sal en las minas, luego se procesa para alcanzar su forma fina; La sal marina no suele someterse a ningún procesamiento, sino que se obtiene evaporando agua de mar, lo que le permite conservar minerales como magnesio, calcio y potasio.

Sin embargo, estos no se encuentran en cantidades significativas y se pueden obtener fácilmente de otros alimentos. Por otro lado, la sal marina no tiene el mismo yodo añadido que la sal de mesa, destinado a prevenir enfermedades causadas por la deficiencia de yodo.

Independientemente del tipo que prefiera, ¡es importante no abusar de la sal! Es más saludable que optar por tipos de sal «naturales» reducir su consumo, compensando con la adición de especias y hierbas aromáticas, que darán un mayor sabor a la comida.

Fuentes:

Iris Maria -Autor Enciclo

Iris Maria

Autora especializada en divulgación de salud basada en evidencia.
La información presentada en este artículo tiene un propósito exclusivamente informativo y no sustituye la consulta, el diagnóstico ni el tratamiento ofrecido por un médico u otro profesional de la salud. Cada persona tiene necesidades diferentes según su edad, estilo de vida y estado de salud; por ello, estos contenidos no deben utilizarse como reemplazo de una evaluación médica profesional.
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