Mito: ¿La Leche Baja la Absorción de Antibióticos?

VERDADERO

Los antibióticos son una clase de fármacos que se recetan con frecuencia en la práctica médica actual.

Una de las recomendaciones más conocidas, incluso de profesionales médicos y profundamente arraigada en nuestra conciencia colectiva, es evitar el consumo simultáneo de leche durante el tratamiento antibiótico. Nada podría ser más cierto.

Por lo tanto, no es aconsejable coadministrar antibióticos con leche y productos lácteos en la misma comida. Estos últimos son fuentes de iones divalentes (p. ej., calcio y magnesio) y pueden crear complejos no absorbibles con los antibióticos, lo que reducirá considerablemente la eficacia terapéutica.

Desde un punto de vista nutricional, tanto la leche como los productos lácteos son una fuente importante de calcio, proteínas, vitaminas y calorías en la dieta, y no se recomienda evitarlos por completo, ni siquiera en el contexto de la terapia con antibióticos. En cambio, se debe controlar y fomentar la ingesta de lácteos, teniendo en cuenta las indicaciones específicas de administración del antibiótico en cuestión.

Fluoroquinolonas

Las fluoroquinolonas pertenecen a la clase de las quinolonas de tercera generación y son quimioterapéuticos bacterianos que inhiben la síntesis de ácidos nucleicos. Ejemplos de esta clase incluyen: ciprofloxacino, ofloxacino, norfloxacino, pefloxacino, lomefloxacino, levofloxacino y moxifloxacino.

En algunos estudios, se ha observado que las fluoroquinolonas forman complejos poco solubles con iones metálicos en los alimentos, lo que reduce la biodisponibilidad del antibiótico.

La caseína y el calcio presentes en la leche y los productos lácteos pueden reducir la absorción de ciprofloxacino. Las guías clínicas no recomiendan la administración de ciprofloxacino junto con suplementos de calcio ni durante comidas compuestas exclusivamente de leche y/o productos lácteos.

En comidas compuestas que también contengan cantidades moderadas de estos alimentos (leche, yogur, queso), se permite la administración de ciprofloxacino.

Tetraciclinas

Las tetraciclinas forman parte de la clase de antibióticos que inhiben la síntesis proteica bacteriana, de los cuales se distinguen según la duración de acción: Tetraciclina, Oxitetraciclina, Clortetraciclina, Rolitetraciclina, Demeclociclina, Metaciclina, Lymeciclina, Doxiciclina y Minociclina.

La asociación de la tetraciclina con leche y productos lácteos conduce a la formación de complejos insolubles con el hierro y el calcio contenidos, influyendo así en la biodisponibilidad tanto de los nutrientes como de la sustancia farmacológicamente activa. En el caso de las tetraciclinas, incluso cantidades relativamente pequeñas de leche, como la añadida al café, podrían reducir la absorción del antibiótico.

Por lo tanto, la administración de este tipo de antibióticos debe realizarse una hora antes o dos horas después de ingerir una comida, especialmente si se ha consumido leche y derivados.

Las excepciones son la doxiciclina y la minociclina, antibióticos con una mayor duración de acción en comparación con la tetraciclina, que pueden consumirse junto con productos lácteos, si se sospecha malestar gástrico cuando se administran.

Sin embargo, ¡esto no es una regla!

La mejor manera de evitar interacciones no deseadas entre medicamentos y alimentos es administrarlos por separado. Para este propósito, es obligatorio consultar el prospecto y seguir las instrucciones del especialista con respecto al momento de la administración de antibióticos: antes, durante o después de las comidas.

El tipo de líquidos consumidos simultáneamente con antibióticos puede influir en la absorción e, implícitamente, en el éxito terapéutico. Como regla general, los medicamentos deben administrarse con agua, en cantidades menores o mayores, según el prospecto.

La leche y los jugos naturales 100% de fruta constituyen una asociación desafortunada, especialmente en el caso de los antibióticos.

Iris Maria -Autor Enciclo

Iris Maria

Autora especializada en divulgación de salud basada en evidencia.
La información presentada en este artículo tiene un propósito exclusivamente informativo y no sustituye la consulta, el diagnóstico ni el tratamiento ofrecido por un médico u otro profesional de la salud. Cada persona tiene necesidades diferentes según su edad, estilo de vida y estado de salud; por ello, estos contenidos no deben utilizarse como reemplazo de una evaluación médica profesional.
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