Historia de Babilonia: de Hammurabi a Persia
Historia de Babilonia: del código de Hammurabi al auge neobabilónico y la conquista persa; derecho, poder y astronomía en el corazón de Mesopotamia.
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Autor: Equipo Enciclo
Revisión editorial: Editor en jefe — Enciclo ( Quiénes somos )
Última actualización: 31 de agosto de 2025
Metodología y fuentes: Metodología y fuentes
Revisado por: Marian C. — Historia
Panorama inicial de la historia de Babilonia
Babilonia fue una ciudad-estado y luego un reino hegemónico en la llanura aluvial del Éufrates y el Tigris. Su historia avanza por ciclos: expansión bajo gobernantes fuertes, crisis por invasiones y renacimientos que reordenaron la región. Entender esos ciclos ayuda a explicar cómo nacen el Estado, la ley pública y la contabilidad de granos, tributos y trabajos.
Dónde se asentó y por qué fue decisiva
En un entorno propicio para la agricultura de regadío, Babilonia controló rutas, diques y almacenes. La ciudad articuló templos, palacios y barrios artesanales, y consolidó una burocracia que registraba contratos en tablillas de arcilla. Allí, la autoridad política se legitimó con obras públicas, rituales y un discurso de “restauración del orden”.
El reino de Hammurabi y el Estado de la ley (siglo XVIII a. C.)
Hacia 1728 a. C., Hammurabi heredó un pequeño reino y, mediante alianzas y campañas, integró gran parte de Mesopotamia. La unificación redujo tributos dispersos, ordenó la justicia y estabilizó canales, lo que incrementó productividad y comercio. La corte atrajo escribas, topógrafos y jueces, pilares de una administración que debía cobrar y arbitrar.
El Código de Hammurabi y la “publicación” en piedra
El célebre código reunió fallos, tarifas y penas en una estela de diorita. Más que una “primera ley”, fue una compilación monumental y visible. Su función política fue clara: fijar precedentes, marcar jerarquías sociales y presentar al rey como garante de justicia y protector de templos, campesinos y mercaderes.
Cómo funcionaba en la práctica
Los jueces aplicaban el principio de proporcionalidad, pero la pena dependía del estatus de víctimas y acusados. La ley estandarizó pesas y medidas, reguló intereses y controló a oficiales. Con ello, el Estado limitó arbitrariedades locales y fortaleció su capacidad recaudatoria, núcleo del poder babilónico.
Inestabilidad y casas reinantes (siglos XV–VII a. C.)
Después de una irrupción hitita hacia 1531 a. C., los casitas dominaron Babilonia con estabilidad relativa durante siglos. Su administración mantuvo redes de riego y cultos, mientras al norte crecía Asiria, potencia militar cada vez más agresiva. La competencia por rutas y tributos convirtió la llanura en un tablero de asedios y pactos.
Asiria y la devastación de 689 a. C.
La política babilonia alternó lealtades y rebeliones. El rey asirio Senaquerib castigó una revuelta con la destrucción de la ciudad, un gesto que dejó resentimientos hondos. Ese trauma explicará, décadas más tarde, la coalición que acabó con el poder asirio y abrió paso a un renacimiento babilónico.
Renacimiento neobabilónico (625–539 a. C.)
Nabopolasar, de origen caldeo, fundó una nueva dinastía en 625 a. C. Aliado con los medos, sitió y destruyó Nínive en 612 a. C. Con Asiria desmantelada, Babilonia recuperó la hegemonía regional y reordenó provincias, tributos y guarniciones. La capital vivió un auge constructivo que buscó restaurar prestigio y seguridad.
Nabucodonosor II: obras, guerra y propaganda real
Entre 605 y 562 a. C., Nabucodonosor II consolidó fronteras, reforzó murallas y embelleció puertas procesionales y templos. En la política exterior, derrotó a reinos de Levante y controló rutas hacia el Mediterráneo. En la memoria bíblica, aparece como conquistador de Jerusalén y responsable del cautiverio de élites judías.
Los Jardines Colgantes: mito, texto y arqueología
La tradición atribuye a Babilonia los “Jardines Colgantes”. Su ubicación exacta y existencia material son debatidas: algunos los consideran un motivo literario; otros los reubican en otra ciudad. El caso ilustra cómo mito y propaganda modelan la imagen del poder más allá de la evidencia directa.
Ciudad, archivos y vida cotidiana
La capital articuló barrios artesanales, distritos templarios y palacios. La administración dejó miles de tablillas con contratos, listas y recibos: un archivo de salarios, compras y raciones. Estas fuentes permiten reconstruir oficios, precios y litigios, y mostrar cómo la ley y la contabilidad sostenían el orden urbano.
Conquista persa y fin de la hegemonía (539 a. C.)
El ascenso de Persia bajo Ciro II cambió la balanza. En 539 a. C., el ejército persa entró en Babilonia con poca resistencia. La política del nuevo imperio respetó cultos locales y estructuras administrativas, lo que facilitó la transición. La gran ciudad pasó a ser capital provincial dentro de un espacio imperial más vasto.
De Alejandro a Seleucia: desplazamiento del eje urbano
Alejandro Magno murió en Babilonia en 323 a. C. Sus sucesores fundaron Seleucia, sobre el Tigris, como nuevo centro político. Materiales fueron trasladados desde la vieja urbe, que inició un declive prolongado. Más tarde, Ctesifonte y, ya en la época islámica, Bagdad, reconfiguraron la geografía del poder en la región.
Cultura material, escritura y saberes
La escritura cuneiforme —herramienta para contabilidad, leyes y mitos— marcó la vida institucional. Sellos cilíndricos, estelas e inscripciones muestran a reyes “restauradores” de templos y canales. En ciencia, la observación regular del cielo y el sistema sexagesimal permitieron tabular posiciones, medir el tiempo e influir en tradiciones posteriores.
Astronomía, calendario y augurios
Los “diarios astronómicos” combinaban posiciones de planetas con notas sobre precios, inundaciones o eclipses. Esa mezcla de cálculo y presagio muestra una ciencia en transición: precisión creciente en la medida del cielo y persistencia de interpretaciones rituales que servían a la corte y a templos.
Cronologías y debates historiográficos
Las fechas absolutas del Bronce y del Hierro varían según cronologías “alta”, “media” o “baja”. Listas reales asirias, eclipses registrados y arqueología estratigráfica ayudan a anclar periodos. Más allá de ajustes de años, el patrón histórico permanece: centralización bajo grandes reyes, crisis por presiones externas y renacimientos puntuales.
Qué cambió y qué perduró
Cambiaron las dinastías, pero perduraron prácticas: publicar leyes, normalizar pesas y medidas, mantener canales y archivar transacciones. Ese legado administrativo —más que monumentos concretos— explica la resistencia de la cultura babilónica a lo largo de siglos de alternancias políticas.
Legados de larga duración
Babilonia dejó tres herencias principales: 1) la visibilidad pública de la ley como instrumento político y social; 2) la contabilidad masiva en arcilla, base de fiscalidad y justicia; 3) una tradición de medición del tiempo apoyada en el sexagesimal, con ecos en los minutos y segundos modernos. Su nombre, además, quedó asociado a la idea de gran capital de un mundo urbano.
Preguntas frecuentes
¿Babilonia fue ciudad o imperio?
Ambas: una ciudad capital que, en varios periodos, encabezó reinos que dominaron Mesopotamia.
¿El Código de Hammurabi fue la primera ley escrita?
No; hubo leyes anteriores. Su singularidad radica en compilar y “publicar” un cuerpo legal monumental y referencial.
¿Existieron realmente los Jardines Colgantes?
La tradición los ubica en Babilonia, pero su localización y evidencia material siguen en debate; podrían ser un motivo literario.
¿Por qué cayó tan rápido ante Persia?
Por desgaste interno, hábil diplomacia persa y una política que respetó cultos locales, lo que redujo la resistencia.
¿Qué aportó a la ciencia?
Tablas astronómicas sistemáticas y el uso extendido del sistema sexagesimal, claves para medir tiempo y ángulos.
Qué sabemos sobre historia de Babilonia
La historia de Babilonia se organiza en ciclos claros: unificación con Hammurabi y ley pública; siglos de inestabilidad bajo potencias vecinas; renacimiento neobabilónico con Nabopolasar y Nabucodonosor II; conquista persa que integró la ciudad a un imperio mayor. Su legado central combina derecho, administración escrita y observación regular del cielo.
Referencias para historia de Babilonia
- Encyclopaedia Britannica — Babylonia (ancient region)
- Encyclopaedia Britannica — Code of Hammurabi
- UNESCO World Heritage — Babylon
- Encyclopaedia Britannica — Nebuchadnezzar II
- Encyclopaedia Britannica — Cyrus the Great