La prevención en salud mental tiene una historia de más de 100 años, ya que el concepto de higiene mental se lanzó a principios del siglo XX. Pero la prevención real en este campo médico solo se ha llevado a cabo desde la década de 1980, porque entonces se identificaron los factores de riesgo (individuales, sociales, económicos, ambientales).

La salud mental abarca nuestro bienestar emocional, psicológico y social. Influye en cómo pensamos, sentimos y actuamos. También nos ayuda a gestionar el estrés, relacionarnos con los demás y tomar decisiones. Cuando nos sentimos bien mentalmente, podemos trabajar de forma productiva, disfrutar de nuestro tiempo libre y contribuir activamente a nuestra comunidad.
La salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la infancia y la adolescencia hasta la edad adulta. A lo largo de la vida, si una persona tiene un problema de salud mental, su pensamiento, estado de ánimo y comportamiento pueden verse afectados. Los trastornos mentales son comunes, pero existen tratamientos eficaces. Las personas con problemas de salud mental pueden recuperarse por completo o mejorar significativamente sus síntomas.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) describe la salud mental como: «Un estado de bienestar en el que cada individuo es consciente de su propio potencial, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma útil y productiva, y es capaz de contribuir a su comunidad».
A veces se usa el término «salud mental» para referirse a la ausencia de enfermedad mental. La OMS subraya que la salud mental es «más que la ausencia de trastorno o discapacidad mental». Una salud mental óptima no se trata solo de evitar la enfermedad mental, sino también de cuidar la felicidad y el bienestar.
BENEFICIOS
Una buena salud mental permite a las personas:
- Para desarrollar todo su potencial
- Para comprender el propósito y el significado de sus acciones
- Construye fácilmente relaciones saludables con los demás
- Para contribuir de manera significativa a la comunidad en la que viven.
- Para afrontar las tensiones, el estrés, los acontecimientos tristes y los contratiempos normales que pueden ocurrir a lo largo de la vida.
- Sé flexible y capaz de adaptarte a nuevas situaciones.
- Trabajar de forma productiva y útil
- Para mantener un equilibrio entre el trabajo y el descanso
- Tener una sensación de satisfacción y confianza en uno mismo
Factores que influyen en la salud mental
Todos corremos el riesgo de desarrollar un problema de salud mental, independientemente de la edad, el sexo, los ingresos o la etnia. Los contextos sociales y económicos, los factores biológicos y el estilo de vida influyen en la salud mental.
La salud mental depende del delicado equilibrio entre varios factores:
- Biológica: predisposición genética, composición química del cerebro
- Social: apoyo social, amigos
- Aspectos económicos y ambientales: estatus social y condiciones de vida
- Experiencias de vida hostiles en la infancia: trauma, abuso
- Experiencias relacionadas con enfermedades crónicas preexistentes: cáncer, diabetes
- Consumo de riesgo de alcohol y drogas recreativas
señales de advertencia
Si experimenta uno o más de los siguientes estados o comportamientos, podría ser una señal de alerta temprana de un problema de salud mental:
- Crees que no tienes ningún propósito y experimentas fuertes sentimientos de culpa.
- Te sientes impotente o desesperanzado.
- Sientes que ya nada te importa, eres indiferente.
- Has perdido el interés en tus aficiones u otras actividades placenteras.
- Lloras mucho, sin ninguna razón en particular.
- Comienzas a aislarte de los demás.
- Te sientes confundido, olvidas cosas con frecuencia, te sientes nervioso.
- Tienes muy poca energía.
- Constantemente revives en tu mente pensamientos y recuerdos que no puedes controlar.
- Sientes un estado muy intenso de preocupación, pánico o miedo.
- Tienes demasiada energía, no puedes concentrarte y te cuesta seguir un plan.
- Eres irritable, te enojas fácilmente, gritas, eres hostil o violento.
- De repente pasas de un estado de ánimo a otro, lo que provoca problemas en las relaciones.
- Oyes voces o ves imágenes que otros no perciben.
- ¿Crees que otros están conspirando contra ti?
- Te sientes incapaz de afrontar los problemas y actividades diarias.
- Se han producido cambios significativos en los hábitos alimenticios y de sueño.
- Tienes un dolor inexplicable.
- Fumas, bebes más de lo habitual o consumes drogas.
- ¿Quieres hacerte daño a ti mismo o a otra persona?
- ¿Estás pensando en la muerte o tienes la intención de suicidarte?
trastornos mentales (afecciones psiquiátricas)
Para definir los distintos tipos de trastornos mentales, los especialistas utilizan el término «trastorno», un término que se encuentra en dos de las obras de referencia más importantes en los campos de la psicología y la psiquiatría: el «Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales» (DSM) de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría y la «Clasificación de los Trastornos Mentales y del Comportamiento» (CIE) de la Organización Mundial de la Salud, donde el trastorno representa: «un conjunto de síntomas o comportamientos clínicamente reconocibles, asociados en la mayoría de los casos con malestar o interferencia con el funcionamiento de la persona».
Los trastornos mentales afectan el comportamiento, el estado de ánimo y el pensamiento de tal manera que dificultan el desarrollo de las actividades cotidianas y la vida diaria. Una persona desarrolla una enfermedad mental cuando deja de aceptarse a sí misma y a los demás, cuando presenta una preocupación excesiva por su propio cuerpo y persona, cuando pierde el contacto con la realidad al aislarse en su propio mundo y cuando ya no puede adaptarse a las normas sociales, laborales y culturales.
Los principales trastornos mentales
Existen más de 200 trastornos mentales clasificados. Una persona puede padecer uno o más trastornos mentales simultáneamente. Los trastornos mentales pueden ser transitorios o episódicos (repetitivos). Asimismo, algunas enfermedades mentales pueden ser crónicas, con una larga duración de manifestaciones.
Trastornos de ansiedad.
- Trastorno de ansiedad generalizada: tendencia a preocuparse excesivamente por cosas cotidianas que perturban la vida diaria.
- Trastorno de pánico: se manifiesta a través de ataques de pánico, caracterizados por la aparición repentina de un estado de miedo abrumador y la sensación de desastre o muerte inminente.
- Fobias: existen varios tipos de fobias, como las fobias simples (un miedo desproporcionado a ciertos objetos, situaciones o animales, como la fobia a volar, a las arañas, etc.), la fobia social (miedo a ser juzgado por los demás) o la agorafobia (miedo a situaciones o lugares de los que la persona podría escapar con dificultad, como la fobia a los ascensores).
- Trastorno obsesivo-compulsivo: estas personas tienen obsesiones y compulsiones. Una obsesión es una idea, pensamiento o impulso persistente que no se puede eliminar mediante la lógica, mientras que una compulsión es la necesidad patológica de actuar según un impulso que, si se resiste, produce ansiedad (por ejemplo, el comportamiento repetitivo de lavarse las manos por miedo a la contaminación).
- Trastorno de estrés grave: se produce poco después de un suceso traumático y se manifiesta por ansiedad, depresión, trastornos del sueño, imágenes, sueños o recuerdos relacionados con el suceso traumático.
- El trastorno de estrés postraumático se presenta seis meses después del evento traumático, y el paciente revive el evento de manera repetitiva y obsesiva a través de imágenes, sueños o recuerdos.
Los trastornos del estado de ánimo (afectivos) son alteraciones emocionales que consisten en períodos prolongados de tristeza excesiva, euforia o ambas.
- El trastorno depresivo mayor se caracteriza por episodios de tristeza lo suficientemente graves o persistentes como para interferir con el funcionamiento de una persona y, a veces, por una disminución del interés o del placer en las actividades.
- Trastorno bipolar (enfermedad maníaco-depresiva): episodios alternantes de manía y depresión, con períodos normales entre los episodios de la enfermedad.
- El trastorno afectivo estacional, también conocido informalmente como depresión de invierno o de primavera, es una forma específica de depresión influenciada por las condiciones climáticas, que se presenta en una época determinada del año (invierno, primavera, verano).
La esquizofrenia y los trastornos relacionados se caracterizan por la presencia de síntomas psicóticos (delirios, alucinaciones, desorganización del pensamiento y del habla, comportamiento extraño e inapropiado).
Trastornos del apetito
- Bulimia nerviosa: episodios recurrentes de ingesta compulsiva de alimentos (atracones) seguidos de vómitos autoinducidos o el uso de purgantes.
- Anorexia nerviosa: preocupación excesiva por la delgadez y miedo mórbido a subir de peso. Los pacientes anoréxicos tienen un peso muy inferior al normal y pueden presentar signos de malnutrición.
Trastornos de somatización:
manifestación del estrés psicológico a través de síntomas físicos que pueden pertenecer a varios sistemas corporales: digestivo, cardíaco, respiratorio, musculoesquelético o genital, y que no pueden explicarse completamente por una enfermedad orgánica.
Los trastornos de la personalidad se caracterizan por rasgos conductuales generalizados, inflexibles y estables que causan malestar y deterioro funcional. Se describen diez trastornos de la personalidad distintos, como el paranoide, el límite, el narcisista, etc.
Consumo y adicción a las drogas, como el alcohol, los ansiolíticos y sedantes, la cocaína, la marihuana, los opioides, etc.
Salud mental en la Unión Europea (UE)
- Los trastornos mentales afectan a uno de cada cuatro ciudadanos y pueden conducir al suicidio.
- Las formas más comunes de enfermedad mental en la UE son los trastornos de ansiedad y la depresión.
- El 27% de los adultos europeos experimentan al menos un tipo de problema de salud mental durante un año.
- Cada año mueren por suicidio 58.000 ciudadanos, más que las muertes anuales por accidentes de tráfico, homicidios o VIH/SIDA.
- El estigma, la discriminación y el desprecio por los derechos fundamentales y la dignidad de las personas con trastornos mentales siguen presentes en la sociedad. Esto explica la reticencia de muchas personas con problemas emocionales a buscar ayuda especializada.
10 maneras de mantener una salud mental positiva
¡Valórate!
Trátate con amabilidad y respeto, y evita la autocrítica. Dedica tiempo a tus aficiones y proyectos favoritos, y amplía tus horizontes de conocimiento.
Cuida tu cuerpo.
Asegúrate de que:
- Realiza actividad física con regularidad.
- Consume alimentos nutritivos
- Duermes lo suficiente y descansas bien.
- Bebe suficiente agua.
- No fume y consuma alcohol con moderación.
Conéctate con otras personas
Las personas que tienen fuertes lazos familiares o sociales suelen gozar de mejor salud que aquellas que carecen de una red de apoyo.
Ayudar a alguien
Dona tu tiempo y energía para ayudar a alguien. Te sentirás bien al hacer algo concreto para ayudar a alguien en una situación difícil. Además, es una excelente manera de conocer gente nueva.
Aprende a ser resistente al estrés
Comprende que las cosas en la vida no siempre salen como uno quiere y adáptate a la situación, manteniendo una actitud positiva con la esperanza de encontrar una solución, aunque no sea de inmediato. Esta capacidad, llamada resiliencia, es una característica de una buena salud mental que te permite recuperarte de los eventos adversos, logrando mantenerte concentrado, flexible y productivo en tus acciones.
Calma tu mente.
Pasa tiempo en la naturaleza, medita, haz ejercicios de relajación, ora.
Establece metas realistas
Decide qué quieres lograr a nivel académico, profesional y personal, y define los pasos necesarios para alcanzar tus metas. Apunta alto, pero sé realista y no te sobreexijas. Sentirás una gran satisfacción y autoestima a medida que avances en tu proyecto.
Sé creativo
Si bien la rutina nos hace más eficientes y aumenta la sensación de seguridad, pequeños cambios en el ritmo y las actividades romperán y dinamizarán la monotonía.
Evite el alcohol y otras drogas.
Consuma alcohol con moderación. A veces, las personas usan alcohol y otras drogas para «automedicarse», pero en realidad, solo empeoran los problemas.
Busca ayuda profesional cuando la necesites.
Buscar ayuda profesional (psicólogo o psiquiatra) es una señal de fortaleza, no de debilidad. Y es importante recordar que el tratamiento para los trastornos mentales es eficaz. Las personas que reciben la atención adecuada pueden recuperarse por completo o mejorar significativamente sus síntomas y llevar una vida plena y satisfactoria.
Fuentes de información adicionales:
MentalHealth.gov, «¿Qué es la salud mental?»: https://www.mentalhealth.gov/basics/what-is-mental-health
Medical News Today, «¿Qué es la salud mental?»: https://www.medicalnewstoday.com/articles/154543
Mind.org.uk, «Tipos de problemas de salud mental»: https://www.mind.org.uk/information-support/types-of-mental-health-problems/
OMS, «Salud mental: fortaleciendo nuestra respuesta»: https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-strengthening-our-response
Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales, “Trastornos de salud mental”: https://www.nami.org/About-Mental-Illness/Mental-Health-Conditions
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, “Salud Mental”: https://www.cdc.gov/mentalhealth/learn/index.htm
WebMD, “Centro de Salud Mental”: https://www.webmd.com/mental-health/default.htm
MedlinePlus, “Trastornos mentales”: https://medlineplus.gov/mentaldisorders.html
Clínica Mayo, “Enfermedad mental”: https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/mental-illness/symptoms-causes/syc-20374968
Healthline, «Conceptos básicos de salud mental: tipos de enfermedades mentales, diagnóstico, tratamiento y más»: https://www.healthline.com/health/mental-health
Mental Health America, «La enfermedad mental y la familia: cómo reconocer las señales de alerta y afrontarlas»: https://www.mhanational.org/recognizing-warning-signs







