Argentina: Paisaje Natural
Explora la riqueza natural de Argentina: Andes, Pampa, Patagonia, climas y ecosistemas variados. Una mirada a su diversidad geográfica y ecológica.
Argentina es el segundo país más grande de Sudamérica después de Brasil y el octavo a nivel mundial. Con los Andes formando su frontera occidental con Chile, su variada geografía puede agruparse en cinco regiones o sectores geográficos y siete regiones o ecosistemas naturales.

El paisaje natural de Argentina
Argentina se ubica en el corazón del Cono Sur de Sudamérica y posee una amplia diversidad geográfica y belleza. Comparte fronteras al sur y al oeste con Chile, mientras que Bolivia y Paraguay marcan sus límites al norte. Al este, Argentina limita con el sur de Brasil y Uruguay, y el océano Atlántico completa sus límites orientales.
La extensión occidental de Argentina está definida por la imponente Cordillera de los Andes , que se extiende majestuosamente a lo largo de 5.300 kilómetros (3.300 millas). Estas montañas representan la frontera internacional más larga del continente sudamericano y forman la barrera natural entre Argentina y Chile.
Esta región montañosa está salpicada de imponentes picos, incluyendo el icónico Aconcagua , la cumbre más alta de América. Los Andes ofrecen un impresionante telón de fondo al paisaje y contribuyen a la creación de diversos ecosistemas, climas y maravillas naturales.
Al otro lado, al este, Argentina exhibe una extensa costa atlántica que se extiende aproximadamente 4.700 kilómetros (2.900 millas). Esta extensa franja costera se caracteriza por una dinámica interacción de ecosistemas, que abarca desde tranquilas playas hasta vibrantes estuarios y humedales.
Como el segundo país más grande de Sudamérica, Argentina ocupa el octavo puesto a nivel mundial, muy de cerca después de Brasil. Esta vasta extensión permite una topografía excepcional, que abarca cuatro regiones geográficas distintas y siete ecosistemas naturales.
Estos diversos paisajes contribuyen a la posición de Argentina como un país de inmensa variedad ecológica y climática, convirtiéndolo en un paraíso para una flora y fauna únicas.
Las principales regiones geográficas incluyen la Cordillera de los Andes al oeste, la Pampa en la zona central, los desiertos y mesetas del norte, y las estepas patagónicas del sur y Tierra del Fuego .
Cada región posee características distintivas, desde las fértiles llanuras de la Pampa , ideales para la agricultura y la ganadería, hasta la agreste belleza de la Patagonia , conocida por sus glaciares, montañas y extensas mesetas.
Los ecosistemas naturales de Argentina realzan aún más su importancia ecológica. Estos ecosistemas abarcan desde los desiertos y bosques andinos hasta los humedales del Delta del Paraná , cada uno con una variedad única de flora y fauna.
El compromiso del país con la conservación es evidente en sitios declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO, como la Quebrada de Humahuaca y la Península Valdés , donde se preservan paisajes impresionantes y tesoros culturales y ecológicos.
Biodiversidad
Argentina es un paraíso de biodiversidad excepcional, con una impresionante variedad de especies vegetales y animales que contribuyen a su prestigio mundial en el ámbito de la riqueza natural. Según el Índice Global de Biodiversidad, Argentina ocupa el puesto 21 a nivel mundial, lo que demuestra la riqueza de sus ecosistemas.
Los diversos paisajes del país, que abarcan desde la imponente Cordillera de los Andes hasta la exuberante estepa patagónica y las selvas subtropicales de la Mesopotamia , ofrecen un mosaico de hábitats que propician una extraordinaria variedad de vida.
Argentina alberga la asombrosa cifra de 1.001 especies de aves, testimonio de la diversidad ambiental del país. La Cordillera de los Andes, con sus hábitats de gran altitud, alberga una avifauna única adaptada a estas condiciones adversas, mientras que los humedales y las zonas costeras ofrecen un refugio para diversas aves acuáticas y marinas.
Las poblaciones de anfibios y reptiles realzan aún más la biodiversidad de Argentina, con 174 especies de anfibios y 462 de reptiles que enriquecen el mosaico ecológico.
Desde las vibrantes especies de sapos que habitan las selvas tropicales del norte hasta los icónicos reptiles adaptados a los climas áridos de los desiertos del norte, los diversos ecosistemas de Argentina ofrecen un hogar para estas fascinantes criaturas.
Los recursos acuáticos, tanto de agua dulce como marina, del país contribuyen significativamente a su biodiversidad. Argentina cuenta con 1.026 especies de peces, lo que refleja la abundancia de cuerpos de agua, desde los arroyos de montaña de los Andes hasta los vastos estuarios de la costa atlántica.
Las aguas costeras, influenciadas por las corrientes frías del Atlántico Sur, ofrecen un entorno ideal para la diversa vida marina, contribuyendo a la riqueza de los ecosistemas acuáticos.
Con 390 especies, los mamíferos encuentran nichos en los variados paisajes de Argentina. Desde el icónico guanaco que recorre las mesetas andinas hasta el esquivo puma que habita la naturaleza patagónica, cada región alberga una colección única de mamíferos adaptados a sus entornos específicos.
La diversidad de paisajes, desde densos bosques hasta praderas abiertas, garantiza la prosperidad de una amplia gama de especies de mamíferos en todo el país.
La asombrosa cantidad de plantas vasculares, con un total de 10.221 especies, refleja la riqueza botánica de Argentina. Esta diversidad está estrechamente vinculada a los diversos ecosistemas, desde las exuberantes selvas tropicales de la región mesopotámica hasta la vegetación resistente de las laderas andinas de gran altitud.
Las especies vegetales endémicas que se encuentran en estos hábitats singulares contribuyen a la singularidad general de la flora argentina.
En esencia, la biodiversidad de Argentina es un testimonio vivo de la intrincada interacción entre sus paisajes y la multitud de formas de vida que habitan en ella. El compromiso del país con la conservación y su diversa geografía han creado un refugio para una asombrosa variedad de especies vegetales y animales, convirtiendo a Argentina en un tesoro para los entusiastas e investigadores de la biodiversidad.
Esfuerzos de conservación
Argentina lidera una campaña vital e intrincada para salvaguardar su abundante biodiversidad, paisajes prístinos y tesoros culturales. Conocido por sus impresionantes y variados ecosistemas, que abarcan selvas tropicales, extensas praderas, humedales vitales, desiertos áridos y la extensión meridional de la Cordillera de los Andes , el país enfrenta desafíos multifacéticos en materia de conservación.
Los esfuerzos de preservación en Argentina enfrentan problemas como la fragmentación del hábitat, el tráfico ilícito de vida silvestre, los impactos del cambio climático y los conflictos derivados de las disputas por el uso de la tierra.
Abordar estos desafíos requiere un enfoque integral que integre las políticas gubernamentales, los esfuerzos conjuntos de organizaciones no gubernamentales (ONG) y las iniciativas de colaboración a escala internacional.
En conjunto, estas diversas iniciativas y estrategias de conservación contribuyen a garantizar la perdurabilidad de las maravillas naturales de Argentina y la sostenibilidad de su singular patrimonio cultural.
Clima
La extensión territorial de Argentina y su ubicación en el hemisferio sur contribuyen a un clima excepcional y diverso, que abarca desde condiciones subtropicales en el norte hasta influencias subantárticas en el extremo sur. Entre estos extremos climáticos se encuentra la región pampeana, caracterizada por un clima templado y húmedo.
La topografía argentina da lugar a numerosos microclimas, lo que propicia patrones climáticos distintivos y, en ocasiones, contrastantes en diversas zonas. Esta diversidad climática añade un matiz adicional a la riqueza geográfica de Argentina, creando un arcoíris de condiciones atmosféricas que moldean intrincadamente sus paisajes y ecosistemas.
Efecto de sombra de lluvia
La Cordillera de los Andes , una formidable barrera natural, influye profundamente en la dinámica climática de Argentina, creando una interacción notable que configura significativamente los patrones de temperatura y la distribución de las precipitaciones en todo el país.
Esta formación geológica actúa como un guardián climático, fundamental para proteger las regiones central y norte del impacto total de los vientos polares que, de otro modo, se dirigirían hacia el sur.
Los Andes, que se extienden a lo largo de la frontera occidental de Argentina, obstruyen el flujo de masas de aire frío hacia el sur, protegiendo de las duras condiciones de los vientos polares.
Este efecto protector resulta en temperaturas más suaves en las regiones central y norte de Argentina, propiciando climas más templados y subtropicales. Por ello, los Andes son un componente crucial del mosaico climático del país, influyendo en el perfil térmico general que se experimenta en estas zonas.
Además de servir como barrera climática, los Andes inducen un fenómeno meteorológico conocido como efecto de sombra pluvial. A medida que los vientos predominantes, que transportan masas de aire cargadas de humedad, chocan con las imponentes cumbres de los Andes, se ven obligados a ascender.
Este ascenso provoca un enfriamiento rápido del aire, lo que provoca la condensación y la liberación de precipitaciones en la ladera barloventa de la cordillera. Esta ladera, generalmente orientada al oeste, recibe abundantes precipitaciones y sustenta una exuberante vegetación y ecosistemas.
Sin embargo, surge un panorama contrastante a medida que el aire, ahora más seco, desciende por la ladera de sotavento de los Andes, en contra de los vientos predominantes.
El efecto de sombra pluvial crea una región de menor precipitación, lo que contribuye significativamente a la aridez que se experimenta en ciertas zonas occidentales de Argentina.
Este fenómeno se produce porque el aire ascendente de barlovento libera gran parte de su humedad en forma de lluvia, dejando el aire seco y descendiendo por la ladera de sotavento. La influencia obstructiva de los Andes y el aire seco descendente crean condiciones propicias para climas secos, configurando el paisaje en zonas áridas y semiáridas.
Esta intrincada interacción entre la Cordillera de los Andes y la dinámica atmosférica establece una fascinante dicotomía climática en Argentina. El efecto de sombra pluvial, en particular, transforma los paisajes occidentales, creando ecosistemas únicos adaptados a las condiciones áridas.
Como escudo climático y generador de fenómenos meteorológicos, la Cordillera de los Andes es una fuerza determinante de la riqueza climática de Argentina, ilustrando el profundo impacto de la geografía en los patrones climáticos y los ecosistemas de una región.
Corriente de Humboldt
El océano Atlántico, en particular la corriente de Humboldt , contribuye a la complejidad del clima argentino. Originaria de la región antártica, la corriente de Humboldt fluye hacia el norte a lo largo de la costa occidental de Sudamérica.
Si bien reside en el océano Pacífico, esta corriente tiene un impacto notable en el clima argentino al influir en las condiciones oceánicas y atmosféricas.
La Corriente de Humboldt cumple una doble función: moderar las temperaturas y aportar humedad. Su función de mantener temperaturas más frías contribuye al clima general de Argentina.
Simultáneamente, el aporte de humedad influye sustancialmente en los patrones de lluvia, especialmente en las regiones orientales del país. La compleja interacción de estos factores oceánicos es un factor crucial que explica la diversidad climática observada en Argentina.
Zonas climáticas
El clima de Argentina es producto de una delicada combinación de características geográficas y dinámica atmosférica, lo que resulta en una diversidad y fascinante gama de patrones meteorológicos a lo largo del país. Cuatro zonas climáticas principales definen la diversidad meteorológica de Argentina.
Zona subtropical
La zona subtropical del norte y noreste se caracteriza por veranos cálidos y húmedos e inviernos suaves y secos. Las temperaturas medias oscilan entre 25 y 35 °C (77 y 95 °F) en verano y entre 15 y 25 °C (59 y 77 °F) en invierno.
Zona templada
La zona templada, ubicada en las regiones central y sur, se caracteriza por veranos cálidos y húmedos e inviernos frescos y lluviosos. Las temperaturas medias oscilan entre 20 y 25 °C (68 y 77 °F) en verano y entre 5 y 10 °C (41 y 50 °F) en invierno.
Zona árida
La zona árida se encuentra al oeste y se caracteriza por bajas precipitaciones y altas temperaturas. Las temperaturas medias oscilan entre 25 y 35 °C (77 y 95 °F) en verano y entre 10 y 20 °C (50 y 68 °F) en invierno.
Zona fría
Las bajas temperaturas y los fuertes vientos caracterizan el extremo sur. Las temperaturas medias oscilan entre 5 y 10 °C (41 y 50 °F) en verano y descienden por debajo del punto de congelación en invierno.
Vulcanismo
Argentina es uno de los países geológicamente más dinámicos del mundo, con una notable presencia de más de 30 volcanes activos. La elevada actividad volcánica está estrechamente ligada a su ubicación geográfica, situada sobre la placa de Nazca y subduciendo bajo la placa Sudamericana .
El proceso de subducción genera magma con el potencial de ascender a la superficie, lo que provoca erupciones que contribuyen al paisaje volcánico activo de Argentina.
La mayoría de los volcanes de Argentina se ubican en la imponente Cordillera de los Andes , que se alinea con su límite occidental. Esta concentración es particularmente prominente en las regiones central y septentrional de los Andes argentinos , donde las fuerzas tectónicas actúan, creando un entorno propicio para la actividad volcánica.
Sin embargo, este paisaje volcánico activo no está exento de desafíos. Los peligros potenciales de las erupciones volcánicas representan amenazas significativas para la población y la infraestructura de Argentina.
Las erupciones pueden generar diversos peligros, como la caída de cenizas que puede afectar la calidad del aire, flujos de lava que pueden poner en peligro a las comunidades cercanas, flujos piroclásticos capaces de causar devastación generalizada y lahares (flujos de lodo) que pueden inundar zonas bajas. Estos peligros pueden dañar propiedades, regiones agrícolas y redes críticas de transporte y comunicación.
En respuesta a estos peligros potenciales, el gobierno argentino ha implementado medidas proactivas para mitigar los riesgos y mejorar la resiliencia del país ante la actividad volcánica. Estas incluyen el establecimiento de una red integral de estaciones de monitoreo volcánico ubicadas estratégicamente en las regiones volcánicas.
Estas estaciones de monitoreo son cruciales para detectar indicios tempranos de actividad volcánica, lo que permite emitir alertas oportunas y tomar medidas de evacuación para proteger a las comunidades cercanas.
Se han formulado planes de respuesta a emergencias para las zonas cercanas a volcanes activos, que detallan esfuerzos coordinados para garantizar la seguridad de la población durante las erupciones.
Además, el gobierno prioriza las iniciativas de educación pública para concientizar sobre los riesgos volcánicos y difundir información sobre medidas de seguridad. Estas iniciativas contribuyen a una población informada y preparada, minimizando el impacto potencial de los peligros volcánicos.
A pesar de los desafíos que presenta la actividad volcánica, el vulcanismo argentino también representa una oportunidad para el desarrollo energético sostenible. El potencial geotérmico inherente a las regiones volcánicas ha impulsado al gobierno argentino a promover el uso activo de los recursos geotérmicos.
Al aprovechar el calor natural generado bajo la superficie terrestre, Argentina busca reducir su dependencia de los combustibles fósiles y promover alternativas energéticas sostenibles.
Esta doble perspectiva —abordar los riesgos y aprovechar los beneficios potenciales— subraya el compromiso de Argentina de equilibrar las fuerzas dinámicas de la naturaleza con la búsqueda de un futuro sostenible y resiliente.
Mapa que representa los países del continente de América del Sur.
Geografía Natural de Argentina
La vasta y diversa geografía natural de Argentina se extiende a lo largo de un espectro de zonas climáticas, desde latitudes tropicales hasta regiones subantárticas. Este extenso territorio encierra paisajes de gran riqueza, desde imponentes cordilleras hasta vastas llanuras, exuberantes selvas tropicales y áridos desiertos, cada región con sus propias características.
Oeste: Cordillera de los Andes
La región occidental de Argentina está dominada por la majestuosa Cordillera de los Andes , que representa las elevaciones más altas del país. Esta imponente cordillera se caracteriza principalmente por condiciones áridas, creando un paisaje imponente de picos escarpados y mesetas de gran altitud.
Los Andes influyen de manera crucial en el clima general de Argentina, moldeando los patrones meteorológicos y contribuyendo a la diversidad climática del país.
Norte: Meseta de la Puna y Llanuras Chaqueñas
Hacia el norte, la meseta puneña, en el noroeste, se eleva a grandes alturas y presenta un clima árido caracterizado por bajas temperaturas. Esta región, con sus paisajes agrestes, contribuye a la diversidad geográfica general de Argentina.
Más al centro-norte, se extienden las llanuras chaqueñas , con un clima subtropical seco. Estas llanuras son conocidas por su ecosistema único y sirven como zona de transición entre ambientes áridos y húmedos.
Noreste: Mesopotamia
Mesopotamia , situada al noreste y que abarca la Selva Misionera , presenta un paisaje contrastante con un clima subtropical húmedo. Las exuberantes selvas tropicales y la vibrante biodiversidad de esta región añaden riqueza ecológica a la diversa geografía de Argentina. Mesopotamia es un testimonio de la capacidad del país para albergar diversos ecosistemas dentro de sus fronteras.
Central: Cuyo, Sierras Pampeanas y Llanuras Pampeanas
Hacia la región central, Cuyo, en el medio oeste, se presenta como una extensión semiárida con un clima templado. Con su topografía única, esta zona exhibe un delicado equilibrio entre condiciones áridas y temperaturas moderadas.
Las Sierras Pampeanas , o Sierras Centrales, forman una cadena montañosa que se eleva abruptamente desde la región pampeana circundante. Este cambio de altitud crea una transición dinámica de llanuras a montañas, contribuyendo a la diversidad geográfica general del centro de Argentina.
Las llanuras pampeanas del centro y centro-este representan una parte importante del paisaje argentino. Estas llanuras son semiáridas en el oeste y húmedas en el este, lo que crea un clima templado. La Pampa es reconocida por sus suelos fértiles, que sustentan la agricultura y la ganadería extensivas.
Sur: Patagonia
La Patagonia es un vasto y cautivador paisaje en la región sur, caracterizado por condiciones secas y frías. Las singulares formaciones geológicas, las extensas mesetas y las maravillas costeras de esta región contribuyen a la diversa geografía natural de Argentina. La Patagonia es un testimonio de la capacidad del país para albergar una variedad de climas y ecosistemas dentro de sus vastos límites.
En resumen, las regiones geográficas de Argentina ofrecen una impresionante variedad de paisajes, desde las áridas alturas de los Andes hasta las exuberantes selvas tropicales de la Mesopotamia y las extensas llanuras de la Pampa.
Esta diversidad configura el clima del país y fomenta ecosistemas únicos, mostrando las maravillas naturales que definen la incomparable riqueza geográfica de Argentina.
Mapa que representa las regiones geográficas de Argentina
Regiones naturales
La geografía natural de Argentina se extiende a lo largo de siete regiones naturales distintas y cautivadoras, cada una de las cuales contribuye a la inigualable diversidad ecológica del país, caracterizada por la variedad de climas, paisajes y ecosistemas.
Las áreas naturales de Argentina tejen un complejo y fascinante collage de entornos, lo que refleja su compromiso con la preservación y el desarrollo de su diversidad ecológica.
Andes
La imponente Cordillera de los Andes se extiende a lo largo del extremo occidental de Argentina, conformando la mayor parte de la frontera con Chile. Esta imponente cordillera se subdivide en los Andes Fueguinos y los Andes Patagónicos .
Si bien las mayores elevaciones, incluido el Monte Aconcagua, se encuentran en la zona centro-norte, los Andes generalmente presentan condiciones áridas, excepto en el sector oriental, donde prosperan las selvas montañosas, y en la Patagonia , donde predomina un bosque húmedo frío.
Las provincias que abarca la región andina incluyen Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca y Salta.
Entre las áreas protegidas más destacadas de la región natural de los Andes se encuentran el Parque Provincial Aconcagua y el Parque Nacional Lihué Calel . Provincias de la región andina, como Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca y Salta, albergan diversas áreas de conservación.
Puna
El sector norte presenta la meseta de la Puna , una región alta, seca y fría situada a la sombra pluvial de los Andes centrales. Este bioma de pastizales de gran altitud, que se extiende por encima del límite arbóreo pero por debajo de la línea de nieves permanentes, abarca las provincias de Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja y San Juan. Los pastizales de la Puna , que se encuentran entre los 3000 y los 5000 m (9850 y 16 400 pies), contribuyen a la diversidad geográfica de Argentina.
Las áreas protegidas como el Parque Nacional Los Cardones y el Parque Nacional Baritú ayudan a preservar las praderas únicas de la Puna y los ecosistemas de gran altitud.
Chaco
La región del Chaco , que ocupa el norte del país entre los Andes y el río Paraná , se caracteriza por llanuras planas y fértiles, adornadas con densos bosques subtropicales y sabanas. Con un clima subtropical de veranos cálidos e inviernos suaves, la región abarca las provincias de Chaco y Formosa. Posiblemente incluya partes de Santiago del Estero, Salta y Jujuy.
Áreas protegidas como el Parque Nacional Impenetrable y el Parque Nacional Río Pilcomayo juegan un papel crucial en la conservación de la biodiversidad del Chaco.
Mesopotamia
Mesopotamia , enclavada en el extremo noreste y delimitada por las cuencas de los ríos Paraná y Uruguay , exhibe la exuberante Selva Misionera y los Esteros del Iberá . Compuesta por las provincias de Misiones, Entre Ríos y Corrientes, Mesopotamia presume de un clima subtropical sin estación seca, lo que contribuye a la diversidad ecológica de Argentina.
Áreas protegidas como el Parque Nacional Iguazú y el Parque Nacional El Palmar contribuyen a la conservación de esta región subtropical.
Cuyo
Cuyo , situada en el centro-oeste de Argentina, es reconocida por su histórica función vitivinícola. Esta región semiárida recibe escasas precipitaciones y se caracteriza por las Sierras Pampeanas , una cadena montañosa que se eleva abruptamente desde la región pampeana adyacente. Compuesta por las provincias de San Juan, Mendoza y San Luis, Cuyo representa una combinación única de clima, geografía y viticultura.
Esta región cuenta con áreas protegidas como el Parque Provincial Ischigualasto , el Parque Nacional Quebrada del Condorito y el Parque Nacional Talampaya , preservando sus bosques semiáridos y formaciones geológicas únicas.
Pampa
Las llanuras pampeanas , que se extienden por el centro-este del país, son pastizales altamente degradados con un clima templado.
Divididas en la Pampa Seca árida y la Pampa Húmeda húmeda , estas llanuras se utilizan ampliamente para la agricultura y la ganadería. Las provincias que abarca la región pampeana incluyen Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa.
Patagonia
La vasta meseta patagónica abarca la región desde la Pampa hasta Tierra del Fuego en la extensión austral. Caracterizada por estepas, este diverso paisaje incorpora la Cordillera de los Andes , glaciares, lagos, bosques, pastizales y desiertos.
El clima es generalmente seco y ventoso, con temperaturas frías durante todo el año. Las provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego conforman en conjunto el extraordinario mosaico geográfico que constituye la Patagonia, abarcando aproximadamente un tercio de la superficie total de Argentina.
Áreas protegidas como el Parque Nacional Nahuel Huapi , el Parque Nacional Los Glaciares y el Parque Nacional Monte León salvaguardan los diversos paisajes de la Patagonia.
Mapa topográfico de Argentina.
Regiones ecológicas
Las ecorregiones de Argentina abarcan un rico mosaico de ecosistemas diversos, que abarcan desde extensas praderas hasta exuberantes selvas tropicales y desiertos de gran altitud. Estas distintivas regiones biogeográficas muestran la riqueza ecológica del país, contribuyendo a su estatus como uno de los países con mayor biodiversidad del mundo.
A continuación se presenta una lista de ecorregiones terrestres de Argentina, según la definición del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). Argentina se encuentra en la región neotropical. Las ecorregiones se clasifican por tipo de bioma, y las precipitaciones y el clima determinan las principales comunidades vegetales globales.
Bosques templados latifoliados y mixtos
Bosques subpolares de Magallanes
Bosques templados valdivianos
Pastizales templados, sabanas y matorrales
Espinal argentino
Monte Argentino
Pampas húmedas
Pastizales patagónicos
estepa patagónica
Pampas semiáridas
Bosques latifolios secos tropicales y subtropicales
Chaco seco
Pastizales y matorrales montañosos
Puna seca de los Andes centrales
Puna de los Andes centrales
Alto Monte
Estepa andina meridional
Pastizales, sabanas y matorrales tropicales y subtropicales
Chaco seco
Sabana de montaña de Córdoba
Chaco húmedo
Bosques latifolios húmedos tropicales y subtropicales
Bosques atlánticos del Alto Paraná
Bosques húmedos de araucaria
Yungas andinas del sur
Pastizales y sabanas inundadas
Sabana inundada del Paraná
Sabana mesopotámica del Cono Sur
Mapa fisiográfico de Argentina.
Cadenas montañosas
Argentina es un país extenso con una geografía diversa, hogar de varias cordilleras en diferentes regiones. Desde los imponentes picos de la Cordillera de los Andes hasta las pintorescas colinas de la Sierra de la Ventana, las montañas argentinas ofrecen una amplia gama de experiencias para viajeros y amantes de las actividades al aire libre.
Ver más: Cordilleras de Argentina
Islas y archipiélagos
Argentina es un país extenso y diverso con una extensa costa a lo largo del océano Atlántico. Si bien no suele asociarse con islas como otros países, cabe destacar varias islas y archipiélagos notables. La geografía del país ofrece diversos paisajes insulares con características y significado cultural únicos.
Ver más: Islas y archipiélagos de Argentina
Cuerpos de agua
Argentina cuenta con diversos cuerpos de agua en su vasto territorio. El país limita al este con el océano Atlántico, lo que le proporciona extensas costas y hermosas playas. Además, Argentina alberga las extraordinarias Cataratas del Iguazú , una espectacular red de saltos de agua en la frontera con Brasil.
El río Paraná y sus afluentes, como los ríos Paraguay y Uruguay, atraviesan el país, ofreciendo oportunidades para cruceros fluviales y actividades acuáticas. En el oeste, la Cordillera de los Andes da origen a lagos prístinos, como el Nahuel Huapi y el Lago Argentino, reconocidos por su impresionante belleza y sus posibilidades recreativas.
Ver más: Cuerpos de agua de Argentina
Divisiones administrativas
Argentina está dividida administrativamente en 23 provincias y una ciudad autónoma, Buenos Aires . Cada región tiene su propia estructura de gobierno y autonomía, configurando colectivamente el panorama político y administrativo del país.